Los fuegos artificiales de anoche, del día de la Independencia de México, me dieron una sensación... De paz. Como si todo el país se hubiese detenido, todas las cosas malas se detuvieron por un instante y que por primera vez en un buen tiempo estuvimos todos juntos. Sé que está muy lejos de ser la realidad, pero presenciar esta sensación me ayudó a no perder las esperanzas nunca.