Desde que tengo uso de razón, recuerdo haber tenido siempre entre mis manos libros de fantasía, ciencia ficción y terror. Ahora, tras mucho tiempo trabajando en la sombra (suena horrible, lo sé), he decidido dar el salto y convertirme en escritor.

Autores como J.R.R Tolkien, Terry Pratchett, Andrzej Sapkowski, Philip K. Dick, Isaac Asimov, Stephen King o Clive Barker se han convertido en mis maestros y modelos de referencia. 

Mi primer libro (que no el último), El Heredero Oscuro, tiene un poco de cada uno de ellos (quizá no en las proporciones adecuadas, pero algo de cada uno tiene): El sentido de la épica de Tolkien; el humor absurdo de Pratchett; el tono desmitificador de Sapkowski; las situaciones extrañas de Dick; la inmediatez de Asimov; lo sobrenatural de King; y lo grotesco de Barker.

Es un caldo extraño, con ingredientes exóticos (y quizás contradictorios), sí, pero con tales referencias literarias, era de esperar.

Dejando de lado la literatura, me encanta el cine (Scorcese, Fincher, Coen, Lucas, Spilberg, Gilliam), el rock (Metallica, Motorhead, Rammstein, Nin, Dream Theater, Rage Against the machine) y los comics (Gaiman, More, Ennis, Mignolia). 

Salir con los amigos también está entre mis aficiones y siempre que puedo recorro mundo.