Tengo un punto de vista erótico que algunos podrían encontrar grotesco. Me fascina explorar la sexualidad como una expresión definitiva de la unión entre dos almas y, simultáneamente, dos cuerpos, por lo que amo hacerlo a través de metáforas. Devorar a una persona. Meterse debajo de su piel, debajo de sus huesos. Esas cosas como metáforas para enfatizar en la intimidad de dos personas me llaman mucho la atención.
También se me ha dicho que mi expresión romántica es muy intensa, rozando a lo obsesivo. Eso sí que influenye bastante en mi estilo de escritura. Soy alguien que ve la adoración como la expresión de amor romántico definitiva. Ver a tu amado o deseado casi como a un Dios, como algo Santo. No dejarte pisotear por él o ella sino ser capaz de adorarlo y apreciar cada tacto de su parte como algo divino.
Lo que más escribo es erótica homosexual (fanfics gay porno) porque soy un hombre bisexual, especialmente un hombre transgénero bisexual, lo cuál también influye en mis preferencias sexuales a la hora de escribir. Pero a lo que quiero llegar es que años dentro de la comunidad Aquileana me han enseñado que, a pesar del rechazo tan grande que tenemos hacia la heteronormatividad, inconscientemente seguimos perpetuando sus dinámicas, sólo que con pasivos y activos dentro de un mismo género en lugar de géneros diferentes. Lo que me lleva a que me parezca atractiva la idea de escribir al activo como un hombre totalmente patético obsesionado con el pasivo. Adorándolo y deseándolo con hambre y con intensidad. Gimiendo como prostituta por su atención y desesperándose por su tacto. Creo que es muy diferente al repetitivo arquetipo del activo estoico que tiene todo el control y apenas y gruñe durante el sexo. booooring