Volvi, en forma de ficha, fue un año salvaje, pero para que vean que no me ando haciendo que la virgen me habla les suelto adelanto:
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—Muy bien, los dos están aquí, supongo que todos sabemos que este momento llegaría al fin. —El coronel se había quitado su gorro de plato y la gabardina, era hasta extraño verlo más destapado, dejando ver un poco de su piel, teniendo tan enfrascado el no exponer su cuerpo, en parte, se sentía más en confianza con los presentes en ese sótano. —Natasha, Sasha. Les presento a Rudolph Müller, mi protegido. —Dice quitándose y dejando ver al rubio detrás suyo, ambos tenientes tuvieron que bajar su mirada desde ras de techo hasta el piso, pues para la sorpresa de ambos, Rudolph era incluso más bajo de estatura que Natasha, siendo así que ella se consideraba pequeña incluso entre sus compañeras.
—Mucho gusto, soy el nazi. —Se presenta Rudolph, invasivo para tomar la mano de Natasha y la de Sasha, presentándose y agitando las manos de ambos de manera animada. El contacto tan cálido y la presentación tan amena del alemán aleja a los dos tenientes.