Soy alguien que intenta contar historias, esas que bullen en mi mente, esas, las culpables de inspirar mis fantasías.
Soy muy estricto en los detalles y muy correcto en mis descripciones.
No me gusta la vulgaridad y menos en las descripciones íntimas.
El sexo es tan maravilloso que se debe describir como alegorías del alma.
Considero que en todas las historias de amor, el erotismo es el ingrediente que matiza el desarrollo del relato.
Una historia se puede contar de diferentes maneras.
La mejor es la que le crea intrigas al lector.
Entre mayor sea el suspenso para quien lo lea, mejor será el éxito de la historia.
Soy un romántico consuetudinario.
Me gustan las baladas, el rock en español y las canciones legendarias.
Serrat, Sosa, Milanés, Sabina, etc, son mi mejor compañía musicalmente hablando.
La música clásica romántica e instrumental me relaja para poder escribir. 
El cine es mi hobby como las mujeres son mi delirio.
En mis relatos siempre serán bellas, porque son lo único que nos alegra la existencia.
Son las rosas que embellecen nuestros pensamientos aún si son sombríos, lúgubres, oscuros, tristes.
La infidelidad es un pecado, como el respeto es una bendición.
En el amor los deseos hacen versos, cuando los sentimientos hacen poesías.
Jamás daré una critica a nadie por lo que escribe y como lo escribe, siempre mi calificación será excelente para todo lo que lea.
Lo que cada uno cuenta es lo que cada alma dice, la forma es como cada quien la siente.
Me gusta el fútbol, el baile, la rumba, el sexo, las mujeres y el amor.
Me gusta el café.
El amor sin seducción es como la comida sin sal.
Estoy abierto a la crítica e intento mejorar en todo lo que hago, en todo lo digo y en todo lo que escribo.
Leo, pienso, leo, como, leo, escribo, leo vivo, leo, leo, leo,
Es lo segundo que mejor se hacer, porque el amor si lo hago bien, claro que cada vez que lo repito, siempre intento mejorarlo, para que siempre me salga lo más perfecto posible.