Hoy es mí cumpleaños, bueno, hace una hora y media que termino, pero mí día recién termina ahora.
Lejos de la felicidad mí día estuvo lleno de crisis: emocionales, existenciales y de fuego... Nono, en serio, justo cuando empecé a sentirme feliz y tranquila se prendió fuego mí casa. No sé lo deseo a nadie. Llamar a los bomberos, que no te atiendan, calmar a mí hermanita, ver a mis papás gritar y llorar mientras tratan de salvar la casa que construyeron con sus manos, correr descalza por la calle gritando por ayuda a quien sea que escuche; con la angustia de que tu casa tiene tu vida entera adentro, los ahorros de meses de trabajo, el techo que nos cubre.
Mientras, mi papá se subía al techo para apagar el fuego y en la oscuridad de la noche no lo podia ver a el, ni a mis mascotas, ni nada, porque todo está oscuro salvo lo iluminado de naranja.
No me voy a extender más, solo que los bomberos tardaron 30 minutos en llegar mientras el lugar que me vio nacer se quemaba y al llegar confirmaron algo: el fuego de origino en mí habitación, una bufanda de mierda demasiado cerca de la calefacción, que no moví en todo el invierno y hasta ahora no había pasado nada, decide prenderse fuego ¿Cómo? No sé, estaba a un metro ¿Porque es mí culpa? Tampoco se, pero lo sé. La vida no puede permitirme ser feliz, no vine al mundo para eso. Yo causo desgracia, mis días felices tienen que venir con una tragedia, para compensar por lo horrible que soy. No sé si exagero, yo juro que lo intento, trabajo con niños y soy una luz brillante y sonriente, ayudo al que necesite ayuda, trato de ser muy amable con todo el mundo, porque se que una sonrisa tierna puede cambiar un día malo y es lo mínimo que merece el otro ser humano. Pero nada de esto es suficiente, parece que no redimo mí existencia maldita. mí suerte lástima a otros. Pudriré el mundo desde mí interior