“Soy la primera persona que sabe cuánto duele levantarse y no saber porqué luchar.
Sé cuantas veces me he caído y he disimulado levantarme sin apenas daños, cuando por dentro estaba destrozada.
Sé lo que es pasarse una noche entera dándole vueltas a la cabeza y perderse en un millón de recuerdos hasta ahogarse, hasta emborracharse de ellos y acabar con los ojos hinchados, tanto que casi no puedes ni ver, no puedes ni respirar, acabas preguntándote porqué sí y porqué no, y llegas al punto en el cual ya no recuerdas el porqué empezaste a apretar los puños y a notar cada lágrima, sientes que todo ha perdido su sentido, que tu corazón late porque tiene que hacerlo y... y no porque realmente te sientas vivo.
Te escondes entre sábanas y crees que ellas te cubren de todo lo que hay fuera, cuando realmente la batalla empieza y acaba en ti. Temes a que nadie sepa de tu soledad, ignorando que nada sucede porque sí, que si quieres un abrazo o alcanzar algo tienes que salir ahí fuera y buscarlo, no vale con dejar que la vida te aplaste, no vale con decir ''me desapunto de ella'' porque cada vez que respiras, aunque tú no lo veas, es único.
Sí, yo también he cerrado los ojos tan sólo para no ver como tras haber saltado al vacío no hay nada que frene la caída, he cerrado los ojos por miedo a cómo serían las cosas una vez dado el golpe, pero no hay nada de malo en ello, soy persona y como tal sangro si me pinchan y grito si tengo miedo, pero jamás me he quedado quieta, hay que superarse, coger impulso y derribar uno tras otro los muros, de ahí las cicatrices, nadie crece sin ellas ni consigue borrarlas, pero sí nos hacen más fuertes porque nos recuerdan el valor y el coraje de haberse atrevido a pelear contra aquello que nos podía, son esas compañeras que aunque indeseables, nos hacen grandes.”
- somewhere
- JoinedOctober 4, 2014
- website: give me love like never before.
Sign up to join the largest storytelling community
or