Estoy en este momento en ese escenario donde no le encuentro sentido a nada, donde sonrío y río tratando de aparentar que "todo está bien", donde la presión en el pecho a veces es tan insoportable que no puedo ignorarla. Creo que una de las razones por las cuales se me dificulta tanto escribir "La Tumba De Las Luciérnagas" es porque reflejo un pedacito de mi en cada palabra y cada pensamiento de los personajes, es horrible sentirse de esta manera y verse obligado a ignorarlo para convencerme de que estoy bien, que nada pasa y que todo sigue igual. Me siento inútil, tonta, que todo lo que hago, pienso o digo no sirve de nada, que ya nada es igual a antes y que todo se ha vuelto gris. Me preocupa y a veces quisiera simplemente que todo quedara en silencio, pero soy humana y lamentablemente le temo a lo que más anhelo algunas veces.