_valta

Segunda parte:
          	
          	
          	Primero una manga, luego la otra. La falda se sacudió un poco y se descolgó del perchero.
          	
          	Cayó al suelo, como un vestido normal haría, y allí se quedó.
          	
          	La mujer, entonces, volvió a mirar al techo. Y una gota púrpura cayó sobre su mejilla. Resbaló por esta hasta caer en la almohada, y ahí se impregnó, manchándola. Miró ahora hacia su derecha, y pudo ver cómo todos los objetos que descansaban sobre su mesita de noche se deslizaban por esta y caían al suelo. Uno detrás de otro, sin excepción. Incluso la propia mesita acabó tumbándose.
          	
          	Y cuando volvió a mirar el techo, más gotas cayeron.
          	
          	Las gotas eran cada vez más grandes, algo chorreaba del techo. Aquel líquido púrpura cayó por toda su cara, todo su pecho. Estaba empapada. Y en cuanto fue capaz de enfocar la vista vio que el techo estaba derritiéndose. Se disolvía en aquel líquido púrpura como lo haría un trozo de acuarela seca. Pronto el viento y la lluvia llegaron al rostro de la mujer, ya casi no quedaba nada del techo.
          	
          	Entonces, se levantó de la cama y se cambió el camisón por el vestido.
          	
          	Lentamente, sin prisas, mientras la lluvia seguía cayendo sobre su encorvada espalda.
          	
          	Fue hacia el otro lado de la cama, donde había caído todo lo que estaba en la mesita de noche, y lo recogió. Un libro, una caja de cigarrillos, unas cuantas cerillas y un bastón de caramelo. Salió de su casa a paso tranquilo. Tarareaba una canción, y la melodía se confundía con el viento y la lluvia. Cuando estuvo fuera de la casa, todo su cuerpo se convirtió en agua.
          	
          	Y, como una gota gigantesca, cayó al suelo para desaparecer.

_valta

@ Medievil24  XDXDXD me gusta confundir (?
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Medievil24

@Kanade-nyan Y te quedas tan tranquila, con tu publico confundido diciendo "¿Qué demonios significa todo esto?"
          	  Me encanta <3
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_valta

Segunda parte:
          
          
          Primero una manga, luego la otra. La falda se sacudió un poco y se descolgó del perchero.
          
          Cayó al suelo, como un vestido normal haría, y allí se quedó.
          
          La mujer, entonces, volvió a mirar al techo. Y una gota púrpura cayó sobre su mejilla. Resbaló por esta hasta caer en la almohada, y ahí se impregnó, manchándola. Miró ahora hacia su derecha, y pudo ver cómo todos los objetos que descansaban sobre su mesita de noche se deslizaban por esta y caían al suelo. Uno detrás de otro, sin excepción. Incluso la propia mesita acabó tumbándose.
          
          Y cuando volvió a mirar el techo, más gotas cayeron.
          
          Las gotas eran cada vez más grandes, algo chorreaba del techo. Aquel líquido púrpura cayó por toda su cara, todo su pecho. Estaba empapada. Y en cuanto fue capaz de enfocar la vista vio que el techo estaba derritiéndose. Se disolvía en aquel líquido púrpura como lo haría un trozo de acuarela seca. Pronto el viento y la lluvia llegaron al rostro de la mujer, ya casi no quedaba nada del techo.
          
          Entonces, se levantó de la cama y se cambió el camisón por el vestido.
          
          Lentamente, sin prisas, mientras la lluvia seguía cayendo sobre su encorvada espalda.
          
          Fue hacia el otro lado de la cama, donde había caído todo lo que estaba en la mesita de noche, y lo recogió. Un libro, una caja de cigarrillos, unas cuantas cerillas y un bastón de caramelo. Salió de su casa a paso tranquilo. Tarareaba una canción, y la melodía se confundía con el viento y la lluvia. Cuando estuvo fuera de la casa, todo su cuerpo se convirtió en agua.
          
          Y, como una gota gigantesca, cayó al suelo para desaparecer.

_valta

@ Medievil24  XDXDXD me gusta confundir (?
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Medievil24

@Kanade-nyan Y te quedas tan tranquila, con tu publico confundido diciendo "¿Qué demonios significa todo esto?"
            Me encanta <3
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_valta

Primera parte:
          
          El viento soplaba, casi con rabia, y hacía temblar las persianas. Las gotas de la lluvia, como perlas, adornaban los cristales que habían quedado expuestos a la tormenta. Hacía frío, y parecía que las manecillas del reloj se habían detenido. Dentro de aquella pequeña casa de campo, todo estaba estático. Todo estaba oscuro, todo era lúgubre. Como si una maldición hubiera caído sobre la propietaria de la casa. ¿Era eso lo que había pasado? ¿Era una maldición?
          
          La mujer se encontraba en su cama, con su cabello recogido en una revuelta trenza y vestida con un viejo camisón azul. Casi tan viejo como ella. Estaba estirada, miraba fijamente el techo. Como si algo espléndido estuviera a punto de pasar. Sus ojos, abiertos como platos, reflejaban la luz de la luna que entraba por la ventana. Sus músculos estaban rígidos, en tensión. Su piel, arrugada, parecía estar cubierta por una fina capa de frío sudor. Estaba nerviosa, tan nerviosa que ni siquiera era capaz de cerrar sus ojos un solo momento.
          
          Desvió su mirada hacia la izquierda, solamente moviendo sus ojos, y se quedó mirando uno de sus vestidos. Este, que llegaba por debajo de las rodillas y era de un bonito color coral, colgaba del perchero. Ni siquiera parpadeó. Se quedó mirando el vestido hasta que este, muy lentamente, empezó a moverse.

_valta

La bondad humana.
          Esta ahí, y nos olvidamos de ella. Pensamos que todo está perdido, una derrota sin retorno. Pensamos que todos los humanos son, en su más extensa definición, cuerpos sin conciencia o corazón.
          Pero no es así.
          Estaba por entrar, solo me faltaba dar aquel papel doblado, imprimido la noche anterior, y listo. Lo saqué de la pequeña mochila, nerviosa por la cola que había esperando a mis espaldas, y aún más nerviosa me puse al ver que aquello no era la entrada. No lo era. Me había equivocado de papel doblado.
          Miré a mi amiga, que ya había pasado el control, y la llamé. Estaba en problemas claramente.
          Y el problema se solucionó gracias a la bondad. Esa bondad que todos tienen y no todos muestran. 
          El hombre que revisaba las entradas me susurró, de forma muy flojita, que podía pasar.
          "Adelante, entra. Venga, no pasa nada"
          Fingió que revisaba mi entrada mientras me sonreía afable y me dejó pasar sin problemas.
          Y yo lo agradecí de todo corazón.
          Porque la bondad está ahí, solo hace falta perder el miedo a mostrarla.

TheRightWritings

Hey :P
          Si quieres puedes echarle un vistazo a la historia que estoy escribiendo, me haría mucha ilusión! Se llama El Paraíso Correcto ( The Right Paradise ) y es de temática bisexual. Estoy poniendo mucho esfuerzo y dedicación en ella. Si no quieres no pasa nada. Gracias :p

_valta

Y pienso, sumida en mis recuerdos, en todo por lo que he pasado. Que soy joven para añorar. Que soy mayor para soñar. Que, depende de quien lo juzgue, lo hago todo mal o todo me sale perfecto. Que aprendí lo que era la falsedad a base de ostias, y lo que era la amistad con mucho cariño. Que hay cosas que se desvanecen como el humo. Que no se puede evitar. Que mi vida es una montaña rusa, que sube y baja sin remedio, que no puedo parar… Que respiro para vivir, y vivo para ser feliz. Que no siempre lo consigo. Que lo sigo intentando, cabezota como mi madre. Que soy rara. Que fue mi punto débil, y ahora es mi fuerza. Que tengo miedo y no me paralizo ante él. Que doy la cara. Que mi familia me quiere. Que yo también. Que a veces no lo demuestro… Que me gusta disfrutar de los pequeños detalles. Que me gusta ir rápido. Que “me contradigo”. Que vivo a mi manera. Que la cago, y la cago, y la cago otra vez. Que la cagaré muchas veces más. Que nunca dejaré de intentarlo. Que soy abierta. Que tengo mis secretos. Que, a veces, lloro. Que, a veces, río. Que, a veces, me enfado. Que, a veces, soy alguien normal… Que me han traicionado. Que he traicionado. Que no me creo nada cuando dicen que soy una persona segura de si misma, pero me gusta que me lo digan. Que lo dejo todo siempre para el final. Que me gusta hacer lo que hago. Que me siento orgullosa de ello. Que no olvido con facilidad. Que pretendo que es así. Que no odio a nadie. Que todos cambiamos. Que yo cambio. Que, sin embargo, conservo mi esencia intacta. Que hoy soy feliz, y el mañana… el mañana ya vendrá.

_valta

@ Medievil24  ❤❤
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Medievil24

@Kanade-nyan Una buena autocrítica, ojalá todos tuviésemos el valor de hacerla. ^^
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_FairyNani

Hola! ♥ Quisiera invitarte a que pases por mi novela, es nueva asi que agradecería si le pudieses dar una oportunidad UuU Wattpad http://w.tt/1NB6g80 .

_FairyNani

@ InNeverland_x  Gracias! Por cierto los comentarios pueden ayudarme  a mejorar UuU
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_valta

@InNeverland_x ¡Claro, no hay problema! :D
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_valta

Esto es demasiado corto como para publicarlo en "historias para no dormir", así que lo dejo por aquí como un pequeño regalito a aquellos que se molestan en leer las tonterías que cuelgo XD
          
          No recuerdo cuándo empezó. Simplemente un día me di cuenta de que aquel hecho ya formaba parte de mi vida.
          Cada jueves, a las once de la noche, llamaba aquel "número desconocido". Creo que al principio me asusté, pero acabé por acostumbrarme.
          No hablamos mucho, tampoco os creáis. Solo se escucha su pausada respiración durante unos pocos segundos y, después, suelta un número. Después de eso, cuelga. La última vez fue 137.
          ¿Qué significan? No lo sé, pero tampoco es que me importe. Tampoco le tengo miedo. Es simplemente algo con lo que he aprendido a vivir, y estoy bastante segura de que no podría seguir sin esas llamadas del jueves a las once de la noche. Nunca le he llamado de vuelta, no creo que sea lo correcto. Y no quiero avisar a la policía, dudo que sea algo preocupante.
          Intenté buscar el sentido de los números, pero nada. Así que, por primera vez en tres años, estoy dispuesta a preguntar qué me quiere decir con aquellos dígitos. Estaba esperando su llamada, sentada cerca del teléfono y, tan puntual como siempre, el timbre comenzó a sonar.
          Primero, su pausada respiración.
          Un.
          Dos.
          Tres.
          Cuatro segundos.
          Después, el número.
          —371.
          Cogí aire.
          —¿Qué es?—solté.
          Silencio.
          Su respiración seguía calmada.
          —La habitación 371—y colgó.
          De repente, en el departamento de al lado se escuchó un desgarrador grito.
          Y yo vivía en el 372.

_valta

@ Medievil24  XDXDXDXD
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Medievil24

@Kanade-nyan Eso le pasa por no preocuparse antes ¬¬ A mi me llaman de esa forma durante más de una semana y meto hasta el FBI en mi puta casa XD
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