———
Hogar.
durante toda mi vida, jamás he tenido tal cosa como un hogar. Por la naturaleza de mi condición, amado, mío. Jamás pise o pisaré un hogar. Es mi condena, no me pertenece, no me corresponde, no será.
Tú eras hogar, y lo eras porque donde estuvieras yo estaría, dónde fueras yo sería, y por primera vez, supe lo que era volver al hogar, a ti, a tus brazos.
Hogar eras tú. Eras y serás, lo serás toda mi vida. Pero jamás mío, porque carezco de hogar, no regresaré, no regresaras, viviré eternamente buscando un hogar, o tal vez solo buscando por donde pasar. Porque sé que dónde esté no será, no es mi fortuna, no lo tendré, no me corresponde.
Y es gracioso tal vez, los envidio, a quienes buscan pasar de aquí y allá, a quienes desean vivir y experimentar, crecer, soñar, sentir el mundo.
Yo solo deseo un hogar, y sin embargo, se me ha negado. La sangre de ellos no es la mía, sus costumbres, sus anhelos, su habla.
Jamás me perteneceran. No me incluye, no soy, yo no lo soy.
Tú eras. Mío, de mí, por mí, conmigo.
Ya no.
Hogar.
Aquella palabra que jamás podré llamar, viviré condenada a la espera, al anhelo, mi alma se retorcera por la ausencia de uno.
Y moriré.
Deseando conocerla, conocerte.
Hogar, de quién.
Hogar.