woIf-bite
en la mesita del salón reposaba una taza de café, fría a causa del tiempo que había esperado ser consumida. había habitado esa mansión algunas semanas y sí bien, nunca había compartido la cena con su esposo, siempre había un subordinado que le recordaba que él la estaba esperando; pero ésta no fue la ocasión. las horas pasaron y el frío de la madrugada empezó a colarse en sus huesos. sabía a qué se dedicaba ese hombre y claro, no estaba preocupada por él sino, en enviudar demasiado pronto, en lo que podría salir en los titulares de las revistas. con el celular entre los dedos, observó en la pantalla un número sin registrar y sin otra alternativa, lo marcó. el tono sonó una…, otra vez y… el sonido de los autos estacionándose la sacó de su trance, colgando rápidamente. …imbécil. /murmuró con hastío.
amordevoto
@woIf-bite ──si eso crees.. /no importa qué dijera la mujer, parecía que el simple hecho de esperarle aquella noche era suficiente para que nada en el mundo fuese capaz de opacar su buen humor. sentimiento que va en aumento tras la siguiente oración que suelta, haciendo caso omiso a su rechazo, para tomarla de la mandíbula y besarle en aquellos belfos que sólo eran suyo, que sólo podían recibir sus labios de ahora en adelante, desde el momento en que decidieron unir sus vidas en sacro matrimonio. ¿yo? ¿morir, amore mio..? nunca podría hacerlo, la idea de dejarte sola.., de no poder estar a tu lado.., me enloquece. /expresa ronco, exhalando su aliento contra los labios femeninos, antes de liberar su rostro de su agarre, enderezándose tras la silla. Apoya sobre el mueble su palma izquierda esperando a que cediera, a que le complaciera con aquel pedido que le hacía y, si no, esa noche estaba dispuesto a arrodillarse y pedírselo con su rostro sobre el regazo de la fémina. Ante el visto bueno, aquel pensamiento es dejado en segundo plano, no mediando palabra en apurarse a ir por su comida. Vuelve con la misma al minuto, ni siquiera la había calentado, no lo necesitaba, no so con ello había riesgo de que su esposa le dejara nuevamente comiendo en aquella sala desolada. Al llegar, arrastra una silla hasta ubicarla al lado de Kazane, sonriendo sin poder evitarlo, imposible contenerse. ──¿También puedes darme de comer o..? /espeta en busca de provocarla un poco, mientras deja que su mano se acomode sobre uno de los muslos de su mujer, presionándolo. Ya estaba pensando en el "postre".
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woIf-bite
────¿qué diablos crees que haces..? /su cuerpo se estremece al tenerlo encima suyo, brindando caricias ahí y allá, como si actuar de manera tan devota fuese lo normal.. ni siquiera sus anteriores parejas habían actuado de esta manera, le resultaba teatral y casi cómico, casi. le habría abrumado tanto los sentidos, al tener que seguirlo con la mirada en busca de algo sospechoso en su actuar, que olvidó por completo indignarse porque el otro la ignorara. carraspeó, incómoda. y-ya te lo dije, a mí no me importa dónde te metas. /apartó su mano de los labios de él, como si con sus besos la desgastara. sólo.. no seas estúpido y regresa vivo. /por fin lo soltó y con ello, una ráfaga ansiosa la recorrió. sus brazos volvieron a recluirse contra su pecho, uno de sus dactilares repasó su propio antebrazo intentando aliviar tal sensación, puede que se sintiera demasiado expuesta, sin saber bien cómo actuar. ¿háh?, suficiente he hecho con esperarte. /espeta tan pronto lo escucha, como si fuese la señal para disparar pero en vista de que tampoco podía irse, se siente nuevamente en la silla. sin verle, como si fuese una clase de protesta por tenerla ahí. si tienes hambre, guardé la comida en el refrigerador. caliéntala tu mismo y ven rápido, no pienso dormirme más tarde por tu culpa.
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amordevoto
@isshoni-irreales ──/cuando la pregunta escucha, la sonrisa no hace sino ampliarse, incluso podría creer que le tiraban las mejillas de sostenerla, ¡pero vaya! eso era lo de menos, cuando su esposa finalmente parecía empezar a comportarse como una. cuestiones de trabajo, cara mía.. ¿tuve que haberte avisado? /sus oraciones son recitadas de manera melosa, como un amante devoto que volvía de un largo viaje sin ver a su amada. besa su mejilla, empezando a bajar por su cuello hasta su hombro, donde deja varios ósculos como disculpa silente, o exquisito intento de seducirla, así como él se sentía en ese momento: excitado por sólo un estúpido gesto. no te avisé porque creía que estarías dormida. /apenas presta atención a las frases que ella dice después, tomándola de la mano para continuar repartiendo su cariño por su brazo, hasta llegar a sus nudillos. ¿has comido, tesoro mío? podríamos cenar juntos, ya que estamos aquí.. ¿no es lo mínimo que podrías darle a tu esposo que llega del trabajo?
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