Todos necesitamos, por una vez en nuestra vida hundirnos, saber como se siente estar vacíos, sin saber como te sientes, solo querer romperse, poco a poco, despacio...pero romperse, simplemente estar ahí, esperando a que alguien venga y rompa los cristales que de por sí solos ya están rotos, que los pise, y que de esos cristales queden unos pequeños y casi invisibles pedazos.