he de admitir que mi navidad está llena de hermosos recuerdos que deseo que jamás abandonen mi corazón, estoy con la persona que esperé día y noche hasta que volvió directo a mis brazos. y sobre la cena, puedo asegurar que comí hasta el punto de parecer un oso y rodar por las escaleras de mi casa. me alegra demasiado saber que igualmente tuviste una velada agradable, te mereces un centenar de sonrisas y más. casi olvidaba saludar, pero muy buenas tardes para tí, princesa de mis sueños.