—Cocina algo para mí.— Dijo de la nada.
Me quedé mirándolo con el celo fruncido, me acomodé en el mueble y lo mire algo divertida.—¿Qué cociné algo para ti?.— Repetí cómo tonta.
Él asintió.— Si necesito describir algo.
—... Algo...¿Cómo qué?.
—Me pareces muy perfecta para ser real... algún defecto has de tener.—Ironizo mientras sonría.
Yo le voy a dar su defecto.
Me puse de pies, y opté por una posición casual pero sexy delante de él.—¿Qué quieres que te cociné.— Le dedicó una sonrisa radiante.
Él se quedó por un momento pensando y luego me dedicó una sonrisita la curva de su labio se levantó.— tengo que admitir... Con solo esa frase ya me pusiste cachondo.
Ahhhhh
Se nos viene
¿Qué será?