── aíma, cielo, ya te dije que .. / con cuidado, el algodón palpaba su mejilla herida. las muecas ajenas daban a entender que no la estaba pasando bien. no debes .. pelear. ¿tan feliz te hace, acaso? / cuestionó usando la otra mano para acariciar enternecido la mano contraria, tratando de distraerlo del dolor.