Hay personas como tú; haces y deshaces a tu voluntad, lastimas y te vas con la cabeza en alto, jodes a quien tocas y aún así clamas ser buena persona. Eres egoísta y narcisista, si no se trata de ti no vale para nada, cuando te dejan de servir, las desechas y sigues como quién no ha hecho nada.
Luego está ella; no mira por encima del hombro, mira fijo y va de frente con las más puras intenciones encima. Su intenciones son genuinas y honestas, piensa más en el bienestar de las que a su lado están. El corazón limpio y alma brillando con cicatrices. Se mantiene fuerte y quizás su vida sea algo jodida, pero aun así se mantiene como es.
Y a pesar de las grandes diferencias que estas dos tienen, a ambas les di lo mismo. Cariño, esfuerzo y lealtad.
Lo que cambia es que una me jodio de cuerpo y alma entera, la otra me ayudo a levantarme, sanar, querer a lo bien.