Mi amor, no has de darte ni la más remota idea de cuanto es que te echo de menos y lo que me contenta el saber te hallas en óptimas condiciones. Quisiera engañarme a mí misma pensando esto sin vos a mi lado es sencillo de llevar, pero, claramente no, a estas alturas me importa poco y nada el que me vean rota y vulnerable a medio acto de implorar tu regreso. Sin embargo, bien sabes yo aguardaría tu llegada una eternidad y libre de todo arrepentimiento.