LA SOLEDAD DEL AMOR
Aquella noche llovió, me sentía tan frustrado y destrozado que ni siquiera podía llorar, estaba en shock todo lo que tenia, mi mundo, se fue junto aquella persona, el mundo ya no era un mundo ni mucho menos un mundo con color, quizás era monocromático, mi fin se acercaba eso lo sabia pero aun así mi alma esperaba, tenía la esperanza de que volvería, aunque era imposible, tal vez me mantenía vivo con mis imaginaciones de que volvería, solo verlo sano y salvo me dejaría respirar aunque luego me clavaria un cuchillo verlo con otra persona y…feliz.
Lo conocí hace mucho pero después de que se fue, mi vida paro, así que ya no tenía sentido hacer nada, solo pensaba en esa habitación; ¿como hubiera sido si estuviera aquí?¿ si fuera mi amigo y si me amara?…¿o que hubiese sido de mi sin él? ¿Sin conocerlo o sin amarlo? ¿Si lo conociera pero ni habláramos? ¿O quizás si lo hubiera conocido muy chico pero ni nos miráramos? Mientras pensaba en todas aquellas posibilidades me desvanecía pero mientras se cerraban mis ojos vi a alguien, alguien que siempre ha estado a mi lado y me ha guardado en su corazón.
Me encontraba en una camilla de hospital, podía sentir que seguía con vida por alguien más y que se había ido con el tiempo aquellos sentimientos hacia él y que ahora mi corazón pertenecía a mi confidente. Lentamente me despertaba y podía oírlo, lloraba por mí como yo había llorado por otra persona me desperté y estaba hay
-Daniel…te quiero…