«¡Ya llegué! ¡Ya llegué! Lamento la demora de 17 horas, casi 18, pero ya conoces a Cecil, se la pasa durmiendo en la mayoría del tiempo. Ja, ja, ja. Por ahora olvidemos a Cecil.
»¿Cómo estás? ¿Has comido bien? ¿Me extrañas? Yo estoy bien, ¡más que bien! Yo sí he comido bien, más helado que otras cosas. Ja, ja, ja. Y sí, ¡te he extrañado mucho!
»¿Sabes quién soy? ¿Verdad que sí?
»Ja, ja, ja, lamento haberme desviado del tema, pero estoy tan feliz de que Cecil me haya dejado salir sólo para saludarte que quiero saber todo lo que ha pasado contigo. ¡Me hace tan feliz escribirte!
»¡Muchas felicidades! Espero que sea un buen día y que generes muchos recuerdos para que puedas atesorarlos. Yo seré parte de ellos, ¿cierto?
»Te envío un gran, gran abrazo y un enorme beso. Y te debo el helado de fresa, quizás en otra vida podamos disfrutar juntos del helado.
»—Tuyo, Kura bebé.» ♥️☔