──⟋No habla, pero escucha. Aunque «escuchar» era un decir: sus oídos eran débiles, frágiles, capaces de distinguir qué paso pertenecía a quién. Todos los sonidos se mezclaban en un murmullo borroso: profesor, compañero de club, estudiante, mujer, hombre. Es por eso que alza la mirada recién cuando la figura —etérea, según él; distante como si perteneciera a otro plano— entra en su campo visual. Sus ojos, esas ventanas del alma que parecían más muertas que vivas, se atreven por primera vez a encararla. Hay calma en ellos, sí… pero una calma inquietante, como la quietud de un animal que no sabe si huir o simplemente observar. Inclina la cabeza apenas. Un gesto mínimo, casi imperceptible, que podría confundirse con curiosidad. Gente suele pedirle favores; está acostumbrado a eso, a ser útil antes que entendido. No responde con palabras. Nunca lo hace. En cambio, rebusca en su bolsillo con movimientos lentos y mecánicos hasta sacar un pequeño post-it. Un cuadradito amarillo con una carita feliz dibujada: « :D ». Infantil, ridículo para alguien de su edad. Y aun así, lo guarda siempre. Es su forma de hablar. Su forma de decir “sí”. Su forma de decir que está dispuesto a lo que ella quiera pedirle. Extiende el papel hacia Faith, sin prisa, sin emoción aparente… pero con una entrega tan pura que podría resultar perturbadora.
@ghs-faith ♡