Estamos actualmente 4 de diciembre del 2021. Las conclusiones que rescato del mensaje previo, es que esa felicidad fue una simple bomba de tiempo. Este año, ha sido intenso en cuanto ciertas emociones en particular. He tomado decisiones que quizá no hayan sido las mejores; asimismo, he perdido dignidad en contadas ocasiones. No poseo muchas ganas de seguir viviendo con un motivo inexistente. Perdí lo que más quise dentro de mis 18 años de vida y, por el momento, espero no perder a nadie más. Sin embargo, rescato que mi razón de felicidad siempre fue la farsa de la maldad enmascarada en alguien aparentemente frágil. Ya no sé si me arrepiento de mis acciones o no; las veces que formulo las posibilidades de distintos destinos, son numerosas y sólo dañan mis sentimientos. Con todo el deseo del mundo, espero que para el próximo año esta sensación de vacío se desvanezca eventualmente. Un saludo a quién sea que lea esto. Cuídate.