Sé que Dulces Manos fue mi primera historia, la escribí con 14 años y a esa edad no tenía idea de muchas cosas. Ni siquiera reconocía lo que era el empoderamiento femenino o las sanas demostraciones de amor.
No sé quiénes siguen esa novela, pero no estoy orgullosa de muchas cosas que me atreví a redactar. Por eso mismo, la mandaré a borrador hasta que tenga el tiempo de corregir tantos errores que me dan vergüenza.
Los amo.