@CL0WN-CHiLEDiCT Era algo curioso como alguien como ella podía causar tales sensaciones en él, por más mínimas que fueran podían sorprender. Quería seguir descubriendo más de esa bella mujer, más de su solo ser.
Pronto, con la respuesta positiva de su acompañante, Argentina no esperó más tiempo a jalar del brazo del más alto para poder ambos dirigirse hasta aquel puesto de comida que llamó la atención de la menor de altura.
Pidieron su orden. Fue algo sorprendente como ella no temia de "subir de peso" al encargar una bandera de papas con queso y bacon. ¡Era una dama! Pero no se preocupaba por tales cosas. Cuando tuvieron la comida en manos, buscaron un lugar donde sentarse y continuar con su conversación de una forma más cómoda.
¡Tina encontró una fuente! Donde habían bancos donde podrían sentarse. Propuso ir allí y, una vez en su banco seleccionados, sentados uno frente al otro, comenzaron a hablar nuevamente
────── Segui contandome de vos.
──────Esperen, ahi estaba otra vez. Esa molestia en su cuello. Esta vez no se dio cuenta que, al mover su bufanda aunque sea un poco, se dio a mostrar parte de su azulada piel y una extraña marca allí. Era lo que tanto intentó ocultar. La marca... de una mordida.