Creo que sé a que se debe esto.
Tienes razón y me da pena admitirlo, pero no sé porqué demonios me desvela que nunca exista esa persona.
Tengo preocupaciones todos los días, y creo que nunca podré morar sin ellas, no es porque yo no quiera que se alejen, es porque ellas no se alejan de mí.
Te agradezco esto, porque de algún modo me redimiste.