— sí, acepto. — accedió sin pelos en la lengua, seguro de sí mismo e incapaz de no portar una mirada oscura. el peliblanco no era de apuestas, no no, pero esta apuesta podría cambiar su vida y eso le emocionaba, le ponía feliz de tan solo pensarlo. — necesito información, ¿cuándo te desocupas, "campeón"?
@epiphacious-