felipecarpentier_

Elogio a la felicidad. 
          	Un café. Un copa llena de vino. Una persona a la que también le guste oír historias. Una buena tertulia con puntos de divergencia. Un excelente libro. Leer. Escribir. Escuchar poesía. Ir a lugares extraños y hacer cosas extrañas. Subir a la montaña y contemplar la ciudad; también la luna y su escondite. Enamorarse. Una llamada. Un mensaje de: "buenos días"; "ten buena noche, descansa" o sencillamente "avísame cuando ya estés en casa, no importa la hora". Un te quiero después de una nalgada. Una guerra trivial de besos y un buen polvo después de dicha guerra. Escuchar la lluvia caer. Reír hasta que duela. Sonreír sin importar el motivo. Tomar de la mano a alguien que quieres. 
          	La felicidad también es despertar y ver que aún nos quedan horas para dormir. 
          	Nos han enseñado a través de lo simbólico que el éxito y la felicidad son un sinónimo de dinero y cosas materiales. Nos han dicho que "nacimos para ser felices" y es un error, no nacimos para ser felices porque sencillamente hemos sido felices desde que nacimos. El problema radica en que vemos a la felicidad como un destino sabiendo que es un laborioso camino de inestabilidad, y digo inestabilidad porque no puedes ser feliz por toda tu vida. Esa felicidad que sientes ahora en algún momento se irá, nunca permanecerá en ti. 
          	Aprendamos que la felicidad también está inmersa en cosas tan sutiles como las que escribí al principio de este texto. 
          	Después de todo lo escrito, solo nos queda dedicarnos a ser felices.
          	Inédito, con amor, 
          	Carpentier.

felipecarpentier_

Elogio a la felicidad. 
          Un café. Un copa llena de vino. Una persona a la que también le guste oír historias. Una buena tertulia con puntos de divergencia. Un excelente libro. Leer. Escribir. Escuchar poesía. Ir a lugares extraños y hacer cosas extrañas. Subir a la montaña y contemplar la ciudad; también la luna y su escondite. Enamorarse. Una llamada. Un mensaje de: "buenos días"; "ten buena noche, descansa" o sencillamente "avísame cuando ya estés en casa, no importa la hora". Un te quiero después de una nalgada. Una guerra trivial de besos y un buen polvo después de dicha guerra. Escuchar la lluvia caer. Reír hasta que duela. Sonreír sin importar el motivo. Tomar de la mano a alguien que quieres. 
          La felicidad también es despertar y ver que aún nos quedan horas para dormir. 
          Nos han enseñado a través de lo simbólico que el éxito y la felicidad son un sinónimo de dinero y cosas materiales. Nos han dicho que "nacimos para ser felices" y es un error, no nacimos para ser felices porque sencillamente hemos sido felices desde que nacimos. El problema radica en que vemos a la felicidad como un destino sabiendo que es un laborioso camino de inestabilidad, y digo inestabilidad porque no puedes ser feliz por toda tu vida. Esa felicidad que sientes ahora en algún momento se irá, nunca permanecerá en ti. 
          Aprendamos que la felicidad también está inmersa en cosas tan sutiles como las que escribí al principio de este texto. 
          Después de todo lo escrito, solo nos queda dedicarnos a ser felices.
          Inédito, con amor, 
          Carpentier.

felipecarpentier_

Después de 20 años no he podido comprender por qué la vida es tan paradójica. Sé que mucha gente dice que el dolor más adelante se justifica, es decir, que más adelante entenderé por qué muchas cosas hoy sencillamente no están. He girado mi timón con la ambigüedad de si estoy seguro o no, pero con el pleno conocimiento de que es lo mejor, de que en algunas ocasiones es mejor dejar el agua correr y no forjarle otros caminos sabiendo que el río siempre volverá a buscar su cauce. Giraré mi timón también siendo consciente que mi final será un conmensurado naufragio de melancolía y extrañez porque sencillamente hay cosas que ya no están, pero hay que tener calma porque ya aprendí a remedar los daños que hacen ajenos en mí.
          Hablar de heridas con un corazón que tiene enmendaduras es complicado, sin embargo, puedo decir que por ti ha valido la pena, mereces esta y muchas heridas más. 
          Escribiendo esto debo decirte hoy en pleno desvelo de un madrugada húmeda, le he dicho a Dios que deshaga las plegarias que le pedí para que tú y yo estuviésemos juntos.
          Debo partir, debo retomar la capitanía del barco de mi vida y no porque la estuviese perdiendo sino porque estaba dispuesto a entregarla, a zafarme de ella por algo de lo que solo quedarán restos.
          Emergí.

Betany13

@ Carpentier_96  me gusta como escribes:)
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