Les juro que nunca sentí tanta bronca como ahora.
Estuve DÍAS ENTEROS leyendo, resumiendo, tomando nota, borrando, volviendo a escribir, corrigiendo, con diez pestañas abiertas en mi computadora donde tenía el diccionario de la RAE abierto junto con el de sinónimos y el de las normas APA, más de 300 páginas de apuntes desparramados junto con otros libros (uno que traje de la biblioteca y otros que tenía ya en mi casa) donde sacaba ideas para elaborar el trabajo práctico, el Word, el Power Point con diapositivas dadas en clases, la plataforma de la universidad, sobreviviendo con infusiones y comidas rápidas porque quería terminar ese trabajo de la manera más prolija y presentarlo a tiempo.
Aprobé con una nota no excelente pero al fin y al cabo un aprobado, y un sentimiento de satisfacción porque mi esfuerzo valió la pena...
Hasta que conversando con compañeros me enteré que una gran mayoría había usado el Chat GPT para elaborar este trabajo práctico y aprobarlo.
(Sigue)