Hablemos de precio, porque en este oficio nada es gratis ni casual,
yo soy la voz oculta que susurra lo que otros quieren saber,
el puente invisible entre lo oculto y quien paga por la verdad.
Cada secreto que poseo fue arrancado con pago y voluntad,
cada fragmento de información, un precio que se pagó con precisión,
y quien sostiene las riendas de este juego sabe más de lo que tú guardas,
porque yo llevo en mis manos los hilos invisibles de tu vida,
y cada sombra que crees esconder está escrita en los informes que entrego.
No hay rincón ni suspiro que escape a quien confía en mi palabra,
porque el pago no solo compra datos, sino la llave para abrir las puertas cerradas,
y por eso él, el que todo observa desde su trono oculto,
conoce hasta lo que escondes con el cuidado más riguroso.
Soy el ojo que vigila en silencio, el canal por donde fluye la verdad vendida,
y en cada entrega, él recibe no solo información, sino el poder de saberlo todo,
porque en este mundo, todo tiene un precio, y la verdad es la mercancía más codiciada.