péndulo

Joder, me duele el corazón por Yemen. Poneos a pensar, un segundo, en las peores de las maldades: probablemente estén ocurriendo en Yemen. 
          
          Lo siento. Ojalá pudiese hacer más que firmar peticiones y alzar la voz. 

 #BLACKLIVESMATTER # BLACKLIVESMATTER. 
          
          El odio del racismo parece que no tiene fin. Las protestas de estos días tienen una fuerza inimitable y las voces de millones de personas negras están siendo escuchadas. Y esperemos que, con suerte y una vez por todas, atendidas. 
          
          Como blancos y blancas, tenemos un privilegio enorme: el privilegio de la raza blanca. El privilegio de salir ganando en todo: el privilegio de salir de casa sin que nos caigan malas miradas, el privilegio de que nuestro smartphone nunca sea confundido por una pistola de mano, el privilegio de no ser asesinados por ser blancos, el privilegio de conseguir trabajo, de que nos tomen enserio: el privilegio de decir “no puedo respirar” y que PAREN. 
          
          George Floyd no tuvo esa suerte debido al color de su piel. Él era negro e inocente y el policía, blanco y racista. 
          
          Esto es indignante. BLACK LIVES MATTER, hoy, mañana y siempre. Más que nunca tenéis mi apoyo y mi voz. Os la regalo. Hacedla vuestra. 
          
          Gracias por luchar. 

¡¡Hola!! Me pasaba para recordaros que os cuidéis mucho, especialmente durante esta crisis pandémica, y que NO SALGÁIS DE CASA. Por favor. Quereos mucho esta cuarentena (que se hace tan eterna...), mimaos lo máximo que podáis: comed bien, moveos, bailad, escribid, cantad... creced artísticamente y sanaos emocionalmente. En mi caso, llevo ya 45 borradores (no me lo creo ni yo...) y sigo teniendo la cabeza llena de ideas y bocetos mal hechos. Os quiero un montón, vale??? Estoy aquí, a vuestra disposición, si necesitáis apoyo o ayuda de cualquier tipo... 

Si tengo que ser sincera, lo seré. Porque no creo que mi obra sea tan buena. Supongo que esto dimana de mi perfeccionismo y se personifica en una severidad (un poco) tétrica y zozobrosa. Pero aquí viene lo realmente importante... y es que comenzáis a tomar protagonismo vosotras y vosotros, con esos comentarios que me llenan los ojos de alegría (y sonrío), con votos que valen mil palabras. Con mensajes que levantan ánimos, dejan bocas abiertas y corazones rebosantes de amor. Vosotras y vosotros formáis parte de la primera escena de mi felicidad y constancia. Escribo porque denuncio. Denuncio porque es necesario y es necesario porque es humano. Y luego... luego pienso que es insuficiente pero llegáis otra vez y me levantáis la barbilla, me eleváis el alma, me rodeáis de amor... y ya no quiero parar...

Has cruzado mis puertas y has llegado a mi en forma de un dolor agrio, un dolor real. 
          Escuchar tu voz es increíble. 
          Leerte es meterme en la piel de ellas. 
          Y sufro. 
          Y me hablas con tu boca llena de verdad. 
          
          Eres increíble. 

Mis notificaciones favoritas siempre serán vuestros comentarios (especialmente en los que contáis historias maravillosas, dais vuestra opinión: en definitiva, en los que os abrís y me dejáis veros, tan preciosas y preciosos) y vuestros mensajes en mi tablero. Son esos trocitos de vosotras y vosotros que dejáis en todo aquello que llamo mío que me llenan tanto. Sea lo que sea. El hecho de poder leeros, de que me dejéis leeros, me llena. Así que, desde aquí, os digo gracias. Por leerme. Por comentar. Por votar. Por todo. 

Me encanta como escribes. Estoy fascinada. Por favor, continúa.

Feliz año a todos y todas. Gracias por quedaros y por ser maravillosos y maravillosas en todos los sentidos. Brilláis tanto, tantísimo. No dejéis de hacerlo nunca!

En momentos como estos (en los que me gustaría desaparecer y me camuflo en mi habitación) me enternece y por lo tanto me saca las lágrimas el hecho de tener a bellísimos lectores disfrutando de mi obra. La escribo siempre, y la reescribo (a veces con prisa y, otras, lentamente) hasta la saciedad. Cuando pienso que ya tengo el capítulo perfecto, la vida, mis ojos y las historias me demuestran lo contrario, entonces, tengo que volver a escribir y reescribir. En cualquiera de los casos, lo hago siempre desde la indómita fuerza del amor. Amor por mujeres que, aparte de ser muchas cosas, también son guerreras. Cualquiera que me lea seguramente esté luchando... y desde aquí, te digo que lo estás haciendo bien, muy bien, joder. Y que vas a salir de esta, sea lo que sea, cueste lo que cueste. Gracias por seguir luchando y por seguir aquí, eres increíble. Gracias por leer esto y por aguantarme así de ñoña... pero qué se le va a hacer...

Perdonadme... pero estoy en mi mejor etapa y solo quiero escribir escribir y escribir y jugarme la vida escribiendo... hay tantas cosas e historias que quiero contar... me faltan palabras. Necesito arrancarme esta necesidad y calcarla en algún lado. Demasiados borradores. Ingente deseo de sacarlo y qué importa lo demás. Quién sabe, quizá acabe publicándolo todo algún día... (ojalá).