Ladeó un tanto la cabeza, confuso ante las preguntas de la simpática rubia. Oh, ¡y ahí estaban! Siendo mostradas podía notar que perfectamente podrían ser las mismas placas militares que antes estuvieron en sus manos y que encontró en ese mismo jardín, ¿acaso se le volvieron a perder a Hide? El nombre que dijo la chica la confundió, quiso decir...
—¿Hide...? —repitió, colocando su manita sobre su mentón como si con ese gesto pudiera cobrar alguna clase de habilidad deductiva, se estaba tomando muy en serio el tema en cuestión. Tras una profunda respiración dio un largo suspiro, iluminado como si ya tuviera la respuesta correcta a su examen final. —¡Yo conozco a Ki-chan! Él buscaba unas placas militares, ¡justo como esas! Es bastaaante alto, como quisiera tener esa estatura. ¡Eh-! ¡Ja, ja, quiero decir...! Se llamaba Akihide, ujum, ese era su nombre exacto. ¡Fijate! Justo ambos terminan en "Hide". Um, bueno, uno de ellos se llama totalmente Hide. No sabía que Hide era un nombre común —cruzó sus brazos, contemplando su nueva cuestión personal, mientras comenzaba a tomarse el tiempo de contar con sus dedos a las personas que conociera con dicha "cualidad".