Avance:
A lo lejos, se podía observar cómo Moody, con su porte característico y su mirada intensa, estaba llevando a Potter a un lugar apartado, lejos de las miradas curiosas y preocupadas de los demás.
Era evidente que necesitaban hablar en privado, lejos del bullicio y las especulaciones.
— ¿Qué estás mirando, Draco? —preguntó Blaise, interrumpiendo sus pensamientos.
— Moody se está llevando a Harry —respondió Draco con un tono grave, sin apartar la vista de la escena.
— ¿Lograste deshacerte de las pociones multijugo que les quedaban? —preguntó Pansy con ansiedad.
— Sí, Pansy, lo hice cuando Potter entró al laberinto —confirmó Draco, tratando de mantener la calma.
— Entonces lo atraparán —dijo Theo con un leve suspiro de alivio.
Draco frunció el ceño ante sus palabras.
— ¿Y si le hace algo a Potter estando allí? —su voz denotaba preocupación.
— Potter siempre recibe ayuda en los momentos en que está a punto de morir —respondió Blaise con un tono algo esperanzador.
— Lo sé —admitió Draco con un suspiro—. Es solo que es…
— Complicado —interrumpió Pansy, entendiendo el peso detrás de sus palabras.
— Sí, lo es —asintió Draco. La tensión crecía entre ellos como una cuerda a punto de romperse.
— ¿Por qué te preocupa tanto Potter? —preguntó Theo con curiosidad genuina.
— Lo necesito vivo.
— ¿A qué te refieres?
Draco miró a los tres compañeros que lo rodeaban.
En su mirada había una profundidad que decía más que mil palabras.