Realmente no sé que escribir sobre mi.
   Pienso mucho sobre todo, me fijo y le doy mucha importancia a las pequeñas cosas en la que la mayoria de la gente no suele detenerse, cómo por ejemplo el cielo a través de las ramas de los árboles o la manera en que un abrazo puede cambiarte la vida. No suelo ser una persona muy sentimental aunque hay madrugadas en las que siento demasiado; me cuesta mucho definir mis sentimientos y aun más expresarlos, por eso suelo escribirlos. No me aferro a nada porque todo es incierto excepto, quizás, los sentimientos; por lo cual trato de sentir de forma libre aunque no se me da muy bien.
Me dedico a sangrar con pinceladas y a llorar con letras, a tomar café sin azúcar y no dormir por las noches y, sobre todo, a seguir reforzando mi teoria de que no hay intervalos más cortos y a la vez más infinitos que los de felicidad.
Ahora intentando sacar belleza de todo este caos y a la vez queriendo diseñar mi destino día a día, persiguiendo sueños multicolores y difusos.