» sucederá que el único poema que podamos compartir, empiece y termine en el momento que nos miremos.
o tal vez cuando el infierno ya no exista y ya no vengan a salvarnos, y seamos esclavos del abismo de la soledad. sin encontrarnos atrapados en la decadencia del final, o del comienzo, o de nuestras esperanzas perdidas; seamos sonámbulos, cómplices y verdaderos enemigos de lo que sentimos.
porque de eso se trata nuestro único poema: la desdicha de encontrarnos en el momento más decadente, que su comienzo fue el final, o su final destruyó este comienzo. da igual a quien quieras culpar, lo nuestro ni siquiera estaba destinado a terminar, ni a empezar.