[ESPERA, ESTO ES BROMA, LO PROMETO]
Entonces, Akari se estira la mejilla con el dedo incide y pulgar, rechinando los dientes en silencio; ¡que bien!, estaba por llegar Diciembre, así que por supuesto, el hombre de hebras azulejas iba a esperar pacientemente a que su ''querido e incomprendido'' jefe pudiera pagarle el adicional por quedarse luego de las 180 rondas de batalla pokémon. Escondiendo las manos, hizo una pose más profesional, una gota de sudor cae por su frente.
—Jefe, lamento la molestia, lo estoy
esperando. —menciona, enmascarado los nervios que llevaba por dentro.