¿Por qué no hay respuesta?
Aún con tanto tiempo que ha pasado, parece que mi ser no quiere olvidar. Yo tampoco quiero, siendo honesta.
No sé dónde ubicar mis sentimientos, es un poco de todo. No estoy mal ni bien. Estoy durmiendo en un colchón pero hay un guisante debajo. Me incomoda. Me incomoda aceptar que quisiera volver a verte, ni siquiera hablarte, únicamente verte.
Pero está mejor así. Una parte de mí no quiere observar tu rostro, tus ojos, tus cejas, tu nariz o peor aún, tu sonrisa... ¿Qué se supone que haría si te veo cara a cara?
Usualmente me encuentro en un trance de ignorancia -inducido por mí misma-. Sin embargo, cuando finalmente estoy sola, cuando ni siquiera mi voz interna está presente, ahí estás tú.
No importa que haga, no vale la pena. Al final estás ahí, tan neutral como siempre.