En aquellas noches cuando ya haya pasado la media noche, aquellas donde mi mente asfixia a mi corazón con un mar de preguntas sin respuestas, preguntas que me atormentan dolorosamente a la hora de dormir.
En aquellas noches donde mi corazón no tiene adónde correr y poder volcar su ahogado llanto, siendo esa la razón que me obliga a encerrarme en la oscuridad a callar los sollozos de mis labios con mis temblorosas manos.
En aquellas noches donde mi cuerpo tiembla y no tengo a nadie que me detenga, sino que sólo el suelo frío se empapa de mis amargas lágrimas, aquellas noches donde siento que mi pobre corazón se rompe como un vaso de cristal arrojado al piso, dejando a mi mente terriblemente abandonada, sintiendo como si la oscuridad fuese ruidosa.
Esas mismas noches dónde me doy cuenta que no sé qué hacer, así que lo único que me queda es rogarte que me digas qué hacer.. porque me encuentro envuelta en una profunda y tortuosa perdición que me apuñala todas la noches, una donde todos y cada uno de los puñales son recuerdos.
Recuerdos que me arrastran a pensar en ti hasta caer en las profundidades del cansancio y así poder dormir, dormir con lágrimas sobre mi almohada con esos recuerdos que con angustia me roban el aliento y la tranquilidad, recuerdos que me lastiman.
Esas mismas noches dónde no puedo respirar por el desgarrador llanto que de mi pecho sale, gritos que ahogo por aquellos recuerdos que con malicia desean llevarme a la locura, los mismos recuerdos que mi corazón con mucho dolor guarda, recuerdos que me lastiman.
Y me doy cuenta que yo solía ser muy fuerte antes de ti, entonces me pregunto, ¿por qué me arrebataste esa fuerza aquella noche en la que me abandonaste?, ¿qué hice para merecer esto..?