En el mundo, hay 4 tipos de humano.
Están los que nacieron con todo en la palma de la mano, pero terminaron siendo una hoja en el vasto mar de flores rojas, azules, amarillas. Luego, tenemos a los que nacieron con nada, pero se aferraron al árbol con fuerza y floreció una preciosa flor única en su especie, y todos la admiramos por su fortaleza, porque a pesar de no tener nada, hizo de su debilidad su fuerza. Por supuesto, también están los afortunados que van contra la corriente del estereotipo; aquellos que se asemejan a la hoja de un hermoso árbol próspero, pero aprovecharon su belleza para destacar aún más su nobleza, algunos dirían que no merece su mérito, porque antes de ser 'algo', ellos ya lo eran todo. Pero hasta la flor más bella quiere ser reconocida. Por otro lado, están los menos amados por las abejas, pero viven porque todos merecen vivir; las hojas que nunca florecieron, las que nacieron verde oscuro y así quedarán hasta desaparecer y nunca brillar. Los que no tienen la fortaleza de la segunda flor, y las oportunidades de la primera.
Yo podría ser la primera, podría ser la segunda, la tercera y la cuarta. Yo podría ser todas.
Pero no soy ninguna. Admiro la belleza de las flores y me gusta la simpleza de las hojas.
Yo, en realidad, soy la 5ta especie que no merece vivir. Soy quien puede elegir su destino, pero eligió morir en la nada. Ya no soy una flor, no soy una hoja; no soy nada.