Soy una chica como cualquier otra; me forman los defectos y las cicatrices, y aún más las heridas. No me considero nadie especial, y mucho menos alguien extraordinaria. 

Solo soy yo, una don nadie, una como cualquier otra; quizás un poco menos que eso. Una tipa a la que le gustan las historias, no importa qué formas tengan: como películas, animes, kdramas, series, webtoons o libros. 

No estoy muy segura del porqué, pero por alguna razón no puedo estar sin ellas, no puedo alejarme de las historias. De otros mundos, de otras vidas, de otras experiencias; aunque eso ocasione que muy a menudo me olvide de la mía. Quizás se deba al hecho de que mi vida es muy aburrida, demasido común y corriente, contrario a las historias que son más interesantes.

Me sorprende cómo el arte de las palabras, unidos a las comas y los puntos, puede generar tantas cosas asombrosas, tantos escenarios y personajes, y todo tipo de lugares. Es maravilloso, hay que admitirlo. 

Quizás la fórmula secreta para crear cosas tan hermosas comos aquellas usando solo las letras, sean los sentimientos y las experiencias propias. En cada párrafo de fantasía, hay un pedazo de la realidad; a pesar de que frecuentemente queramos escaparnos de ella, es gracias a esta que las historias se vuelven así de palpables.