“Tú cambiaste mi tristeza en alegría” (Sal.30:11). Dios sabe cómo transformar tus lágrimas por sonrisas y tus problemas por bendiciones. Por eso cuando las circunstancias sean adversas, difíciles y hasta dolorosas, mantén la esperanza firme, habla con él, no pierdas tu fe y aunque no entiendas, alábalo. ♥