He tenido un pensamiento recurrente mientras leo una vez más Prohibidos. ¿Cómo podemos ser rebeldes en el mundo real y según las circunstancias de cada país? Creo que lo que ha escrito Matías no puede quedarse solamente como una huella al corazón, sino que es necesario ponerlo en práctica. ❤️
Prohibidos me ha enseñado a valorar mucho más todas las cosas que me rodean. Debo admirar con mucho más aprecio el atardecer, el cielo estrellado, las flores, etc; porque no se sabe cuándo será el último día en que pueda despertar un día más.