Hoy no deje de pensar en vos, desde que me desperté, hasta que me acosté pensé vos. Hoy lloré tanto cómo nunca lo había echo, que incluso hasta para mí fue tonto. Intenté distraerme, pensar en otra cosa para no hablarte, no quería arruinar tu día especial. Yo sabía que si te hablaba volveríamos a ese estúpido vicio dónde solo nos dañamos. Es inútil volver a repetir la historia, vos lo sabes, pero aun así, me hablaste, diste el primer paso pero... ¿Para qué? ¿Por qué? Es a propósito... ¿Verdad? Siempre es así. Volves para nada, solo me querés tener ahí de recurso. Cómo si de verdad te importará verme. No te importó, no te importa lo que piense, no importa cuánto tiempo me duele verte o cuánto tiempo me tomé aceptar nuestra ruptura. Nada sirve pasa sanar esta herida, si al final siempre la termino abriendo. ¿De verdad me quisiste? ¿Fueron de verdad todas tus palabras? O quizás... Solo fuí un juego más y no me di cuenta... Te amo tanto, te extraño tanto y te detesto tanto... Que ya no sé que sentir cuando te veo nuevamente. ¿Podrías tener al menos, una pizca piedad de mi pobre corazón? Solo es te pido. Piedad...