Eres todas mis inseguridades personificadas, eres eso que quiero, pero que tanto me daña.
Dijiste que nadie te entendía como yo, pero la verdad es que nunca lo hice, nunca te pude descifrar porque cada palabra tuya estaba envuelta en mentiras.
Me pediste que siguiera ahí junto a ti, que nos merecíamos esa oportunidad, que podíamos seguir igual que antes o mejor en nuestra amistad. Pero apenas te conté que sabía de tu mentira, que conocí tus monstruos y que sabía la verdad te volviste frío, quizá tu verdadero identidad.
Me duele tanto porque sentí que con esa última llamada podríamos cambiar, sentí por unas horas que todo el último año desaparecería de nuestras vidas y que podríamos ser los mismos de antes, sin malos entendidos, sin historias ocultas, sin sentimientos reprimidos.
Quise tanto creer en que todo sería diferente, lo deseaba tanto (aún lo hago) pero solo conseguí decepcionarme una vez más y después de todo sé que ya no quiero más, no puedo seguir soportando.
*me mentí a mi misma y a las personas que me quieren y ayudaron en este proceso, mentí al nunca admitir cuán profundo eran mis sentimientos, mentí porque creí que al ocultarlos ellos se irían, pero nunca fue así. Te quiero más de lo que recuerdo haber querido a alguien de esta forma, te quiero pero sé que no merezco esto. Quiero creer que merezco el puto final feliz y tú nunca me lo podrás dar, siendo que nunca te lo pedí; me conformaba tanto con solo tenerte junto a mi*