Mi vida ha sido un constante ir y venir durante estos últimos meses. He estado desaparecida, apenas he escrito y me he tomado tiempo para cuidarme, pero como todo, mis “vacaciones” han terminado. Es hora de volver a la rutina, esa rutina que me ubica en la vida, una rutina de trabajo, universidad y desde luego de escritura.
En esta recta final de lo que nos queda de año, estaré preparando mi nueva historia, una historia que promete acción desde el primer momento y que amenaza con derretirnos de amor y desternillarnos de risa a la vez.
Y aunque este año no podré presentarme a concursos como tenía planeado, no me importa, en estos meses he aprendido a perdonarme y a entender porqué escribo. No lo hago por reconocimiento, sino por un sueño. Un sueño desde niña que es el de conseguir que algún día, mis palabras se plasmen en físico.
Hasta entonces voy a seguir trabajando con fuerza, voy a recuperar mi constancia escritora y voy a seguir haciéndoos soñar a mi lado.
Gracias por esperarme.
Enseguida estoy de vuelta.