#yo tambiem puedO
El Tailandes estaba profundamente enamorado del nipón con ideología imperialista, era su mundo, el único al que no quiso dañar, por el que se daba a respetar, el único al que dejaba probar sus dulces labios y bello cuerpo. El alemán se lo arrebató. No, no puede permitir eso, se rehúsa a no vengar a su amado de una digna manera, habia sido su mundo y cuando resibió la noticia lloró como nunca antes habia llorado en toda su vida, y ahí es donde la idea se le habia cruzado por la mente, matar a Kaiser.
Llegó a la casa ajena vestido de negro, para camuflaje pero mas que nada, por el luto. Caminó por el hogar hasta poder adentrarse, una pistola en su pantalón. Ya habia asedinado antes, todos los countrys lo han hecho en algún momento, pero este seria un homicidio real, ¿A qué nos referimos? Cuando mataba el no conocia a la persona pues solo lo hacia en guerras, esta vez no, esta vez sabe que el hombre que futuramente sera difunto tenia un hijo y una pareja, no le importó. ¿Acaso a el le importó que el japones tuviese dos hijos y a el de nueva pareja? No, no lo hizo en lo más mínimo, además, el hijo de ese tricolor ya esta grande, su pareja es un maldito, se lo merecen, de eso se convenció.
Logró escabullirse hasta la habitacion del hombre, dormido, ¿Por eso lo habia matado, no? Para poder dormir, fruncio el ceño con odio reflejado en sus ojos, se veía muy tranquilo, lo odia. Colocó la pistola en la frenta. ────────────Hola──────────── Habló exclusivamente para despertarlo haciendo presion con el arma y cuando por fin estuvo medio conciente, pero aun algo extrañado, una sonrisa sínica aparecio adornando su fisionomía ────────────Bang ──────────── Imitó el sonido jaló el gatillo, la bala fue directo al cerebro para matar al germano en cuestion de segundos. Se vengó.