El Cuervo.
Una figura envuelta en misterio, en fantasía, y en una relación con el mundo que va más allá de cualquier comprensión humana.
Se dice que los cuervos son guardianes, pero también mal augurios, mensajeros de lo que no se puede decir en voz alta.
Que cada persona nace con un cuervo ligado a su destino, una sombra viva que lo acompaña desde el primer aliento hasta el último suspiro.
En una palabra: misterio.
En dos: de otro mundo.
En una oración: algo que con el tiempo puede proteger… o puede destruir.
Quienes van con el cuervo —quienes llevan su marca, su señal, su presencia— entienden cosas que los demás jamás comprenderán. No solo porque son más listos… sino porque son cazadores natos.
Y cuando alguien se atreve a subestimarlos, cuando piensa que la oscuridad que camina a su lado es solo un símbolo…
…descubre demasiado tarde que un cuervo nunca deja de observar.
Y que quien camina con él, es aún más peligroso.