¡inicio mi conjuro para que todas las malas vibras y pensamientos hurgando en la cabecita de mi vampirito se vayan ya! shú, shú, ustedes no tienen espacio dentro de su mente, ¿acaso no saben quién soy yo? la dueña de sus suspiros, y por tanto, de su atención, no les doy el permiso de ocupar lo que es mío por la propia voluntad de mi chiquito.