“Nunca antes había conocido a alguien como ella ni tan jodidamente increíble.
Había algo adictivo en ella, en su voz, en su risa, en su personalidad, en su forma de pensar, en cada letra que escribía. Ella era adictiva. Te atrapaba y no podías soltarte ni aunque quisieras porque sabía cómo hacerte sentir en el cielo y también en el infierno. Ella es así, paz y ruido al mismo tiempo, y llámame masoquista pero eso me enganchaba, era tenerlo todo en una sola persona.
Quería a alguien que simplemente me quisiera y aceptara, no pedía más, pero ella fue mucho más allá. Cambió mi vida, mi forma de pensar y ver las cosas. Me ayudó a ser mejor persona. Fue mi mejor amiga, un buen hombro en el cual llorar, consejera, animadora, apoyo, mi roca y salvavidas.”