tokyoruzz
La noche de Halloween era una fecha bastante especial en el mundo humano, una que varios seres sobrenaturales aprovechaban para poder pasearse sin restricciones, siendo un punto clave para toda criatura que colarse en él deseaba, volviéndose fácil el acceso y camuflaje entre todas las personas disfrazadas que en las calles nocturnas se paseaban. Airlí tampoco era la excepción, siendo siempre ese día el mejor y más distintivo entre otros cuando le tocaba hacer su parte del trabajo. A pesar de ser un incubo y no tener problemas con respecto a lo que conlleva a "alimentarse", no negaba que ya empezaba a sentir un ligero aburrimiento, claramente no dirigido a su labor, al contrario, cada día que pasaba sus ansias hacia los humanos crecían más y más, pareciendoles seres interesantes y tan vulnerables a la vez, entregándose a la tentación presentada por medio de sueños sin darse cuenta que, solo beneficiaban a un demonio que no estaba interesado en lo que les pasara después, si terminaba drenando con (o sin querer) su energía ya no era responsable de aquello, sólo le importaba su propio bienestar a raíz de los otros. Más bien, el aburrimiento iba dirigido al mismo patrón que ya llevaba siguiendo desde hace tiempo; las mismas personalidades era algo bastante recurrente para él, pero, admitía haber llegado a un punto donde eso ya no le causaba gusto, solo viéndolo como un acto carnal sin sentido, que aunque le entregaba lo que deseaba, no lograba disfrutar. Así, decidió que este día sería diferente a los anteriores, teniendo en la mira de los azulados orbes a una joven que llamó su atención por casualidad, decidiendo tomarla como objetivo principal, no lograba descifrar realmente qué era lo que le atraía en sí, pero creía que, si no tomaba esta oportunidad, otro seguramente se la arrebataría sin problema, presas frescas por montones aparecían, y muy fácil se perdían por la demanda. (...)
tokyoruzz
────── Es lindo, significa que entonces estoy haciendo bien mi trabajo. ────── a pesar de la densa capa de lujuria que estaba empezando a descender para cubrir el ambiente por culpa de él, se atreve a bromear para aligerar la carga, sabiendo que seguramente para ella era un poco difícil todas esas emociones que ahora la golpeaban una tras otra sin ni siquiera esperarselo. La mano que juguetona recorría por encima de la camisa viaja hasta llegar a su mentón, embriagado en esa muestra tan pequeña que denotaba lo necesitada de un tacto más suave y cuidadoso estaba, estando dispuesto el varón a dárselo sin problema.────── ¿Te crees capaz de poder llegar a un hotel en esas condiciones?, si lo eres por mí no hay problema, podemos ir a uno. ────── a pesar de no haber una negativa implícita en sus palabras, eso no deja que sus acciones fueran todo lo contrario a lo que decía pues nuevamente el tanteo en su intimidad vuelve a acentuarse, siendo la zurda la encargada de alzar los bordes de la falda hasta descubrir la ropa interior contraria, acompañandose sus movimientos con el roce de su pelvis en donde una creciente erección colisionaba contra la parte trasera, sin intenciones de moverla de allí.────── A mí me llama la atención hacerlo en otro sitio que no sea una cama, veamos, veamos.. podría ser en un sofá, la pared, la mesa.. o hasta en esta isla que en la que estás apoyada. ────── cada opción iba acompañada de un beso nuevo que dejaba en cada parte de su rostro de manera regular, aterrizando finalmente en la comisura de sus labios en donde de acentúa allí sin deshacerse de la presión que ejercía en esa zona.────── Di que sí jeanne.~ te prometo que voy a ser suave.
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tokyoruzz
Desde hace muuucho tiempo no, pero sí quizás desde hace algunos meses. ────── admite con sinceridad aquel que, termina por buscar vagamente en sus pensamientos el momento exacto en que la fémina había hecho aparición en su vida negándose a salir de la mente del joven incubo que, aunque siguiera su trabajo diligentemente, siempre se le llegaba a notar la inclinación y lo deseoso que estaba de querer conocerla a más profundidad. todo inició con un leve capricho dirigido hacia una de las mujeres que trabajaban en ese humilde taller de esculturas, en el que en medio de esa ligera obsesión hacia su víctima, otra nueva surge para acaparar el lugar de la anterior, siendo ahora la mujer de lentes la que le quitó todo protagonismo a aquellas que ansiosas esperaban volviese a aparecer en la soledad de sus camas nocturnas, quedando como una simple fantasía sin cumplir cuando decepcionadas se daban cuenta que jamás sucedería. Las irises emocionadas observan atenta cada reacción que abatía la curvilínea figura escondida detrás de esa vestimenta opaca, dejando a la imaginación con el solo simple hecho de verla que quizás bajo esas sobrias telas no se escondía nada interesante, incitando a que volviese a presionar ese punto sensible escondido entre los pliegues de su vulva que emitía una corriente de placer la cual recorrería toda su anatomía, ocasionando que ese oleaje que apenas la había movido volviese a inundarla.
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qelestinas
Toma una bocanada de aire y arquea su espalda cuando aquella zona tan sensible finalmente es estimulada, un jadeo involuntario y un rubor que se extendía desde sus pómulos, tanto por la excitación como el pudor que sentía de mostrarse tan sensible, ¿es que acaso era una cría para emocionarse por unas cuantas caricias? La mano que estaba sujeta a la de él, se tensa unos segundos, apretando sus dígitos contra el dorso de la extremidad como si buscara algo de valor en aquel agarre. ──perdón.. parece que estoy sobre reaccionando.. ──bromea con un deje desganado, mientras baja la mirada como si estuviese siendo regañada. lentamente su rostro acerca al del incubo, rozando sus narices cariñosamente para luego hacer lo mismo con sus mejillas, cual gatito mimoso. ──¿vamos a hacerlo aquí..? ¿no sería mejor ir a un hotel o..? ──propone, tratando de lucir más serena, después de todo.. ella era el adulto allí, no era apropiado el comportamiento que hasta entonces había tenido con su joven compañero.
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