──a mis oídos llega tu voz, honesta es, así que te creo. uhm, en parte es mi culpa por no haberte avisado que hoy no vengas.. lamentablemente no somos unívocos como para que adivines qué deseo /suspira con parsimonia ligeramente frustrada: cuán fácil sería todo si el resto hiciese lo que ella quiere, sin la necesidad de mediar palabra. envuelta en su superficial querella, palma en la mejilla & cejitas un poco tensas, le escucha. oh.. supongo que tuvo que ser difícil para ti, kinoko.. /brota de su voz, un poco temblorosa, ¿por la imagen cruenta de lo que tuvo que pasar él por culpa suya? no, claro que no, porque tenía que fingir pesar, cuando se sentía tan dichosa del dolor ajeno. puedo sentir en mis huesos lo que pasaste.. lo que ella te hizo pasar, por culpa mía. miserable, oh, miserable tú, seguro estuviste tan asustado.. /manos de terciopelo: escalan a sus mejillas, acariciándolas & manteniéndose ambos cercanos, sonríe ya sin poder reprimirse, con un rubor erótico que bien era impropio en dicha situación. pero.. ¿sabes, kinoko? aún así.. no puedo evitar sentirme irreflenablemente feliz, taan feliz porque soportaste eso por mí, porque cumpliste tu promesa.. defendiste mi marca ante ella.. kinoko.. /la voz venenosa, pero dulce como la miel choca contra los labios de él, mientras una risa burbujeante queda reprimida en su garganta. pídeme lo que quieras, y te lo daré.