«Nos miramos el uno al otro, y tu mirada negra reveló finalmente aquello que tanto temía desde el primer momento en el que el destino decidió convertirnos en un solo ser.»

Escribo historias sobre mundos inexistentes y aventureros de sonrisas rotas que navegan en embarcaciones de oro sobre mares interminables de lágrimas. Gracias lector, por darle una oportunidad a mis historias que no son nada más y nada menos que la manifestación corpórea de sentimientos reprimidos en otra vida.